La modalidad de trabajo remoto pasó de ser una alternativa de emergencia a convertirse en la realidad para empresas de todos los tamaños.
Las organizaciones en Colombia tuvieron que migrar a una modalidad de trabajo que no era nueva en el mundo, pero que poco se había implementado en el país: el trabajo remoto. En el marco de confinamientos y cierres, esta fue la solución para que las empresas mantuvieran su operación, en la medida de las posibilidades.
En la actualidad, como se había anticipado, alternativas como el teletrabajo, el trabajo en casa, el trabajo remoto o la oficina híbrida se siguen utilizando en diversos sectores, tras observarse los beneficios de estas modalidades. De acuerdo con un estudio de la Federación Colombiana de Gestión Humana – ACRIP, de las 200 empresas encuestadas en el país, el 80% conserva el trabajo remoto, aunque sea un día a la semana.
Más de la mitad de los empleados que trabajan de forma remota aseguran hacerlo desde sus casas (55,2%), mientras que un 40,5% opta por hacerlo en otros espacios diferentes a la casa. Una de las ventajas, precisamente, del trabajo remoto es la posibilidad de conectarse desde cualquier parte del mundo; en esto, el celular es un aliado (el 4,3% afirma que trabaja desde el dispositivo móvil).
“Uno de los grandes aprendizajes que trajo consigo la pandemia, es que el trabajo remoto puede generar beneficios a empresas y trabajadores, siempre y cuando se desarrollen los esquemas adecuados de seguimiento y productividad. Este análisis refleja que esta es una modalidad que perdurará en el tiempo”, apunta Gladys Vega, presidente de ACRIP.
Sobre cómo se implementa esta modalidad en el tejido empresarial, el estudio identificó que un 15,8% la utiliza únicamente un día a la semana, el 24,15% lo hace 2 días a la semana, el 28,5% tres días a la semana, el 8,2% cuatro días a la semana, el 19,6% cinco días y el 3,8% seis días a la semana.
Ahora, no todas las áreas soportan el trabajo remoto, por el tipo de funciones que desarrollan, por lo que se observó en el estudio que dicha modalidad se implementa en su mayoría en tareas de administración (94,4%), finanzas (70,6%), comercial (57,5%), logística (25%) y manufactura (10%).
Respecto al impacto que tiene esta modalidad de trabajo para el negocio, el reporte de ACRIP precisa que las empresas encuentran beneficios en términos de productividad y resultados: un 44,7% de las empresas piensa que esta modalidad ha tenido un impacto positivo, el 18% reconoce un mediano
impacto y el 8,7% dice que el impacto fue bajo o mínimo.
“Uno de los grandes aprendizajes que trajo consigo la pandemia, es que el trabajo remoto puede generar beneficios a empresas y trabajadores, siempre y cuando se desarrollen los esquemas adecuados de seguimiento y productividad. Este análisis refleja que esta es una modalidad que perdurará en el tiempo”, apunta Gladys Vega, presidente de ACRIP.
Sobre cómo se implementa esta modalidad en el tejido empresarial, el estudio identificó que un 15,8% la utiliza únicamente un día a la semana, el 24,15% lo hace 2 días a la semana, el 28,5% tres días a la semana, el 8,2% cuatro días a la semana, el 19,6% cinco días y el 3,8% seis días a la semana.
Ahora, no todas las áreas soportan el trabajo remoto, por el tipo de funciones que desarrollan, por lo que se observó en el estudio que dicha modalidad se implementa en su mayoría en tareas de administración (94,4%), finanzas (70,6%), comercial (57,5%), logística (25%) y manufactura (10%).
Respecto al impacto que tiene esta modalidad de trabajo para el negocio, el reporte de ACRIP precisa que las empresas encuentran beneficios en términos de productividad y resultados: un 44,7% de las empresas piensa que esta modalidad ha tenido un impacto positivo, el 18% reconoce un mediano
impacto y el 8,7% dice que el impacto fue bajo o mínimo.
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