El crecimiento es fundamental para la supervivencia a largo plazo de una empresa, ya que permite adquirir nuevos clientes, talento y financiaciones importantes. Además, impulsa el rendimiento que se obtiene.
Si bien crecer puede parecer atemorizante, los beneficios son invaluables; por ejemplo, podrás aprovechar nuevas oportunidades de mercado o expandir tus productos o servicios a otros territorios.
Qué es el crecimiento empresarial
El crecimiento empresarial es el proceso que una compañía implementa para mejorar sus estrategias y alcanzar el éxito en determinados aspectos, según sus necesidades u objetivos actuales. Este crecimiento puede lograrse a través del aumento de ingresos por un mayor volumen de ventas o de sus servicios.
Importancia del crecimiento empresarial
El crecimiento empresarial permite que la rentabilidad de una empresa se incremente. Esto se logra a través de acciones como:
- Aprovechamiento de nuevas oportunidades de mercado
- Expansión de tus productos o servicios a otros territorios
- Respuesta a las demandas de tu mercado
- Aumento de la participación en el mercado y capitalización de tu marca
- Estímulo a la innovación para diferenciarte de tus competidores
Además, es importante por otras razones: contribuye a captar nuevos clientes, conservar a los trabajadores de talento y mejorar las condiciones laborales de los colaboradores. También permite apostar por nuevos productos y servicios, consolidar un área de desarrollo o simplemente llegar a nuevos territorios.
Diferencias entre crecimiento y desarrollo empresarial
Aunque el crecimiento y el desarrollo empresarial son conceptos que se refieren a la evolución de la empresa, se enfocan en campos distintos de esta transformación a lo largo del tiempo.
- El crecimiento empresarial es un concepto preponderantemente económico. Se encarga de aspectos como el volumen de los activos, las utilidades, la rentabilidad, las ventas y la productividad. Todos ellos son conceptos que se refieren a la eficiencia empresarial y el rendimiento económico.
- El desarrollo empresarial, por otro lado, es una idea que abarca aspectos cualitativos, como las experiencias de los trabajadores, los valores empresariales, la cultura laboral, la ética, la filosofía empresarial, el desarrollo personal y mucho más.
No obstante, tanto el crecimiento como el desarrollo empresarial están vinculados. Si una compañía no cuida los aspectos cualitativos, difícilmente puede alcanzar ese grado de optimización que permite el crecimiento económico y estratégico en el mercado.