Hay emprendedores que no limitan su impacto a lo que hacen desde sus propios negocios, sino que abren camino a otros entregando recursos y conocimiento. Varios de los miembros de la red Endeavor cuentan su experiencia.
Hay una comunidad de emprendedores visionarios en la que convergen la mentoría y la colaboración. En Endeavor, que es una red sin ánimo de lucro, donde pocos son admitidos luego de demostrar que sus empresas tienen modelos de negocio robustos y potencial de escalar, hay 111 emprendedores en Colombia que han fundado 60 empresas, que generan un impacto compuesto cuando guían, inspiran e invierten en otros. Lo llaman ‘efecto multiplicador’.
“Desde que entramos hemos recibido más de 50 mentorías de otros empresarios que alguna vez pasaron por nuestras etapas con mentores impresionantes de talla mundial. Nos hemos vinculado no solo con la comunidad Endeavor de Colombia sino con la de Estados Unidos en donde también buscamos algo de asesorías”, dice David Ortiz, CEO de Siigo, un software contable que tiene 1,2 millones de clientes.
Su padre, Ricardo Ortiz, que también hace parte de la comunidad y se retiró del liderazgo de la compañía, ha hecho más de 17 inversiones en emprendimientos como ángel inversionista. Ambos son mentores de otros emprendedores y la empresa tiene una fundación que forma a jóvenes en áreas contables.
Sebastián Obregón, que es cofundador y CEO de EnMedio que administra 9.000 pantallas digitales publicitarias, menciona que además de sacar a adelante su compañía, gran parte de su tiempo lo ha dedicado a involucrarse en iniciativas del ecosistema y recíprocamente se ha beneficiado de lo que otros aportan.
“¡Como mentor uno tiene tanta experiencia! Uno se ha equivocado tantas veces que puede detectar errores. Pasa mucho que en etapas tempranas no tengo visiones claras o planes estratégicos. Nuestra primera ronda de capital fue en 2010, desde ahí compartimos nuestra experiencia porque hace una diferencia enorme si un emprendedor hace un buen acuerdo de accionistas para que no le quiten la compañía y no se vaya diluyendo tanto”, cuenta Obregón, quien señala que las sesiones de mentoría no son solo recomendaciones, sino que de ahí surgen también conexiones con potenciales inversionistas, clientes inversionistas y proveedores.
Carolina García, cofundadora de Chiper, una plataforma en línea que ayuda a tiendas de barrio a comprar en línea, cuya tecnología ofrece un CRM para este tipo de negocios y una plataforma de anuncios publicitarios, menciona que hay un grupo de mujeres emprendedoras que hace sesiones para apoyar a mujeres que entran en el ecosistema emprendedor o que quieren entrar en el ecosistema.
“Buscamos abrir camino a otras mujeres emprendedoras que vienen, que nos vean como espejos de ellas”, afirma García. “Es una comunidad que no solamente nos permite generar una red para acceder a recursos humanos, tecnológicos y de conocimiento, o conectar con otras industrias que se complementan. sino que termina siendo una comunidad de personas que siente lo mismo, que trabaja por lo mismo y que maneja retos en el día a día”.
Uno de los principales alcances de Endeavor es que tiene oficinas en 42 países del mundo, lo que facilita el aterrizaje de sus miembros en otros mercados. Es el caso de Julián Torres, cofundador de la plataforma de pago a empleados remotos OnTop -que este año proyecta mover más de US$300 millones en pagos de nómina- que cuando se mudó de Bogotá a Miami, encontró en la oficina de esa ciudad de Estados Unidos una puerta abierta para integrarse a la comunidad local de emprendedores.
“Nos adoptaron como parte de la red, somos la única empresa colombiana que estamos mitad y mitad en ambas comunidades”, señala Torres. “Ninguna otra comunidad tiene la capacidad de llegar a efectos globales como esta, nosotros que somos una empresa global tenemos contacto con emprendedores en África, en el sudeste asiático y ya tenemos una relación cercana con los de España”.
Cada emprendedor o emprendedora de la red tiene al menos una historia de cómo ha aportado o cómo se ha beneficiado del ‘efecto multiplicador’, que se termina convirtiendo en el estándar esperado.
“Generamos conexiones de valor que fomentan la colaboración y el intercambio de conocimientos entre emprendedores, expertos, inversionistas y otros actores del ecosistema; inspirándolos para que puedan retribuir, asesorar e invertir en una nueva generación de emprendedores”, explica la directora de Endeavor Colombia Camila Salamanca. “Cuando se articulan estas variables, el ecosistema crece, las startups se convierten en emprendimientos de alto impacto y la economía se dinamiza”.
Lo que muestra el ‘efecto multiplicador’ es que los emprendedores no sólo impactan cuando sus negocios solucionan problemas y generan empleos, sino cuando fomentan más emprendimiento y retribuyen a la comunidad para que otros puedan superar obstáculos.