El empresario habla del premio Mario Hernández que se entregó el fin de semana pasado a jóvenes emprendedores. El galardón llegó a su edición 15.
Exaltar el ingenio y la creatividad de los jóvenes colombianos, eso es el Premio Mario Hernández. Premio que celebró su edición 15 el fin de semana del 4 y 5 de junio. El propósito del galardón ha sido, en sus 15 años de historia, cultivar un semillero de talento creativo, brindar una plataforma con la capacidad de catapultar las capacidades y habilidades de los jóvenes colombianos. “Construir país, eso es lo que estamos haciendo”, exalta Mario Hernández.
El premio está distribuido en cinco categorías: producto, diseño gráfico, audiovisual, diseño de espacios y experiencia. De estas, el estudiante con el mejor puntaje es merecedor de 100 millones de pesos. En esta edición fue Sebastián Lozano quien obtuvo el primer puesto en diseño de producto. El dinero ganado es representado en un curso de verano en el Instituto Europeo de Diseño; financiación para el desarrollo del emprendimiento creativo; seis meses de mentoría personalizada y la exhibición del proyecto en plataformas físicas y digitales.
¿Cómo resumiría la premiación?
Se premió a la gente. Tuvimos casi 5.000 inscritos. Y ver la felicidad de los 15 finalistas que trajimos del país, impresionante. Este es un premio que tiene 15 años. Salió excelente en el Parque de la 93, patrocinamos emprendedores. Estuvo excelente. Ahí estamos construyendo países. El mensaje de esto es que todos los empresarios debemos de ayudar a la gente y a construir un nuevo país. Todos nos quejamos pero no hacemos nada. Yo practico la religión ayudando a la gente. Los que rezan tanto no ayudan. Eso es diciendo y haciendo.
Se enfoca en los jóvenes…
Es que es un premio enfocado a los jóvenes, es un premio encaminado a promocionar el diseño en el país. Para que Colombia compita con diseño, con diferenciación. De eso se trata.
¿Cómo ve usted a los jóvenes colombianos en cuanto al diseño, a la creatividad…?
Uno a la vida llega empeloto y tiene que ir aprendiendo. Se hace camino al andar y lo importante es que tengan ganas y que hagan lo que les gusta.
¿Pero encuentra talento?
Talento hay. Tanto que nosotros tenemos en diseño seis o siete personas de las cuales cuatro vienen del premio. Y no es condición nuestra. Hay gente buena.
Entregan becas para estudiar en el exterior…
El premio principal son dos becas de verano en el Instituto de Diseño Europeo. Les pagamos absolutamente todo, hasta para el bus. El presidente estuvo en el evento. Yo creo que es una gran labor la que se está haciendo.
¿Qué proyección ve usted en esos ganadores?
Hay muchos que se han independizado, muchos otros trabajan en empresas. Se les enseña a ver mejor el diseño, a ver otras oportunidades, a salir al exterior. Ya luego depende de cada uno, de la berraquera que le pongan. Eso es como cuando nace empeloto y tiene que aprender a hablar, a comer y a escribir. Esa es la tarea que estamos haciendo.
¿Qué cambios tuvo el premio este año frente a los anteriores?
Son cerca de, por lo menos, unas 60 personas que han ido al exterior por cuenta de nuestro bolsillo con el objetivo de cambiar un poco su visión y aportarles para que crezcan.
Uno de los cambios es que se logró hacer un ecosistema de emprendimiento. Eso tiene mucho valor porque no fue únicamente Mario Hernández haciendo la tarea solo sino fue involucrar a compañías para que vinieran y entendieran que aquí hay una cuna de creatividad y una cuna de innovación y desarrollo que ellos podían apoyar. En esta versión hubo más ganadores que las versiones anteriores, y que se los llevan ellos y los forman. Ese ecosistema de emprendimiento fue uno de los grandes cambios.
¿Cuál otro?
Lo segundo fue con muestras de la vida real hacerle ver a la gente que el emprendimiento es posible si todos nos unimos y nos apoyamos. Muchos de los kioscos que estaban ahí son compañías emergentes con mucha visión. Esa es una manera de mostrarle al mundo lo que se puede hacer. Y cómo los clusters de creatividad y emprendimiento tienen sentido.
Ser competitivos…
Sino competimos con diferenciación y diseño, no salimos. Mire las exportaciones de Colombia son muy flojas. Tenemos que ver eso. ¿Cuántas patentes tenemos al año? Estamos muy quedados pero hay que empezar a hacer la tarea.
Hábleme del premio…
Usualmente han sido las dos becas de verano, que son muy importantes, pero no se va a quedar ahí porque los ganadores además van a ganar acompañamientos en mentorías que les ayudan a darle forma a su negocio.
Uno ve a los jóvenes exponer y la factibilidad es muy floja, es decir que el emprendimiento se pueda volver realidad, les falta todavía entender si se puede o no implementar. Entonces, tenemos un programa de mentoría.
Va a haber una inversión de plata que se les va a entregar en la medida que la requieran para capital semilla. Todo eso sumado vale más o menos que el primer premio, que se llevó 100 millones de pesos.
¿Marcas propias?
No todo el mundo puede, pero sí por lo menos a ser mejores en su desarrollo. Es que no es hacer cosas bonitas, sino que se vendan. Y es saber comprar para poder vender, y conocer la competencia…
Qué difícil es emprender…
No, cada uno viene a este mundo a algo. Lo importante es ver para qué servimos, qué hacemos. Y lo que hay que hacer es trabajar, tenemos que tener claro que hay que trabajar, que hay que ser honesto, transparente, que hay que ser hay que ser humilde, si usted entiende bien eso no es difícil. Al contrario, hay grandes oportunidades. Fracasos no hay, son enseñanzas.